GR34, el sendero de los Douaniers

Con más de cincuenta años de existencia, el famoso sendero de gran recorrido GR 34 circunnavega Bretaña y recorre 2.000 km de senderos señalizados, casi 900 de ellos en Finisterre. Al igual que la Costa de Granito Rosa, atrae a los senderistas por los impresionantes paisajes que invita a atravesar y los notables lugares que enlaza a lo largo del litoral. Aquí tiene algunas ideas de paseos por el GR 34 para sus vacaciones en un hotel al aire libre en Breizh, en el Norte de Finisterre.

Alrededor de Aber Wrac'h y Aber Benoît, la región de Abers se extiende entre Plouguerneau, Saint-Pabu y Kersaint-Plabennec. Los senderos GR 34 permiten descubrir los tesoros naturales y patrimoniales de la región, como los islotes de la desembocadura del Aber Wrac'h: la antigua base de hidroaviones de Ile aux Américains, Ile Stagadon, antigua propiedad del pintor Buffet, e Ile Cézon y su fuerte. Más al oeste, el paisaje se transforma con las dunas de Sainte-Marguerite y sus largas playas de arena blanca. Bien conservado y perfectamente señalizado con una doble línea roja y blanca, el GR 34 sigue itinerarios fáciles y familiares que incluyen senderos aduaneros, caminos de playa, pistas forestales y entornos dunares.

Con todo el GR 34 señalizado gracias al trabajo de los aficionados al senderismo y de las autoridades locales bretonas, es fácil encontrar un tramo de la ruta para hacer con toda la familia cuando se aloje en el Norte de Finisterre. El recorrido de la península por encima de Plouguerneau puede hacerse desde la gran playa de Grève blanche, al norte, hasta Aber Wrac'h: el paseo transcurre por senderos, caminos poco transitados y playas. El punto culminante es la llegada al puerto de Lilia y la vista de la ÎleVierge: con 82 metros, el faro de la isla es el más alto de Europa y uno de los más altos del mundo. De camino a la isla, podrá visitar el faro y subir sus 392 escalones. El puerto de Kelvert y el de Porsguen, en Plouescat, son otros lugares de interés de este paseo.

La Côte des Légendes también ofrece magníficos paseos y excursiones a pie por el GR 34. Los senderos señalizados serpentean por paisajes costeros salvajes, caracterizados por gigantescas rocas de granito, acantilados y calas. Paraíso para los amantes de la escalada, estas rocas también estimulan la imaginación de los soñadores, ya que sus formas evocan múltiples monstruos y quimeras. Las leyendas bretonas cuentan que los korrigans las utilizan como escondites. De Neïz Vran a Meneham, el sendero GR 34 bordea la costa de aguas turquesas que parecen el fin del mundo. El antiguo pueblo de pescadores de Meneham es una parada ineludible del GR: animado destino turístico, es famoso por su historia de naufragios y saqueos de pecios, que mantuvieron vivo al país pagano hasta el siglo XVII, cuando Colbert prohibió esta práctica.

El faro de Pontusval, otra etapa ineludible para los senderistas en el GR 34 de Finisterre Norte, es uno de los más fotografiables de Bretaña. Construido a finales del siglo XIX para proteger la costa entre la isla de Batz y la isla Vierge, en la actualidad está declarado Monumento Histórico. El recorrido desde la punta de Pontusval hasta Plouescat pasa por la encantadora estación balnearia de Brignogan, famosa por sus tranquilas playas de arena blanca y su pintoresco puerto. A continuación, el itinerario bordea la ensenada de Goulven y el cinturón de dunas de Ker Emma, un espacio natural protegido por su rica biodiversidad, en particular por sus numerosas especies de orquídeas. El final en Plouescat es una oportunidad para relajarse en la bonita playa de Pors Meur.